Cuando asistimos a congresos, conferencias, o, presentaciones, tanto de clínica como de laboratorio, vemos casos resueltos magistralmente, de una perfección, con un detalle, de una calidad dignos de destacar.

Presentados por colegas, profesionales con mayúsculas, grandes comunicadores, que levantan admiración, expectación donde vayan y, porqué no decirlo, sana envidia profesional.

Pero siempre hay unas preguntas que se me plantean al asistir a alguno de estos eventos

¿todos los pacientes que atienden son tan parecidos?

¿no tienen pacientes complicados o casos difíciles como los que yo me encuentro a menudo?